Hola amigos ! espero estén teniendo un día en el que se estén apasionando por todas las actividades que realicen.
Les quiero contar que en mi oficio como entrenadora de talentos y felicidad me he encontrado todo tipo de sorpresas en los cerebros de mis clientes, contadores públicos que nacieron para ser actores, artistas que tienen una vena empresarial, músicos que hoy se dedican a la asesoría en inversiones y negocios, etc. y aunque, admito que esto no deja de sorprenderme, todos llegan a tener factores comunes que me han hecho escribir este blog, porque me parece bien interesante la forma como cada uno de nosotros puede aprender de ellos.

La razón es simple y lo expongo así, cuando uno quiere cambiar de casa debe saber para cuál se va a ir, pero si no lo sabe, pues le toca quedarse en la casa vieja a costa de la frustración. Así mismo uno quiere cambiar su situación actual pero si no sabe como hacerlo o para donde agarrar, pues le toca quedarse donde está y entonces ahí ¿como, qué debería hacerse?
Para eso la divina providencia nos ha dotado de un gran sentido de observación y lo tenga atrofiado o no, esto le sirve a usted para poner el ojo en lo que necesita de verdad. Antes de todo hay que saber que existe una teoría muy acertada, creada por el Dr. Carl Gustav Jung que se llama "Estilos de pensamiento" y que explica que los seres humanos tenemos una forma natural para pensar y hacer las cosas (talento) y que nos volvemos infelices por ponernos en vainas que son opuestas a esa naturaleza y de esa manera nuestro cerebro se esfuerza 100 veces más produciendo un gran desgaste, lo que eso significa, es que al presentar los síntomas que mencioné arriba frente a lo que sea (estudio, trabajo, pareja, amigos, oficios, planes, etc.) usted está forzando a su cuerpo a hacer cosas opuestas a lo que es usted de verdad, en su esencia.
Lo mejor de todo esto es que la clave siempre está ahí y es tan sencilla como encontrar el común denominador entre las respuestas a las siguientes preguntas
¿Qué cosa me salió bien en la vida sin hacer esfuerzo?
¿Que actividad he disfrutado más en mi vida?
¿Que personas de mi entorno me caen muy bien? ¿Por qué?
¿Qué cosa se me facilita hacer?
¿Para que me busca todo el mundo?
¿Por qué cosa soy famoso entre mis conocidos?
Y a esas respuestas empiece a sumarle el auto observador diario de todo lo que le gusta y no le gusta en su día a día, porque así tenga un trabajo que lo aburre más que un musical en hebreo, seguramente le agrada al menos esa parte donde se saluda con sus compañeros y es ahí donde usted va a empezar a abrir los ojos y a preguntarse cosas
¿de todo esto que viví hoy, que es lo que de verdad me gustó o no me gustó?
¿de todo esto que hice hoy, que es lo que de verdad se me facilitó o se me dificultó?
¿de tal cosa que me pasó hoy que se me facilitó resolver?
¿que fue lo primero que pensé?
Cuando alguien pasa por ese proceso de confrontación honesta y transparente empiezan a surgir depuraciones que se sienten a modo de "clarividencia" en el fondo del corazón, así como le pasó al músico que les conté arriba, el sentía que lo mejor de su trabajo era cuando tenía que comprar los instrumentos de la compañía musical para la que trabajaba como guitarrista suplente, y lograba hacer que todo le saliera regalado, su habilidad para negociar era evidente pero jamás la reconoció como un don que no solo le facilitaría la vida si no que le quitaría la frustración de no ser un músico brillante.
Hay otras personas que al hacer esto buscan trabajos que mezclen todo lo que les gusta hacer más las cosas para las que son buenos, les puedo a segurar que el cambio de vida es impactante, tanto que ni para que usar botox !
Escrito por Samile Albarracín
www.samilealbarracin.com
Entrenadora de Talento y Felicidad
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